El oscuro Debut, Dark Manthra

Un día como hoy, hace 25 años, el 18 de diciembre de 1999, comenzamos un camino que, al mirar atrás, no lamento haber recorrido. Cada momento y cada instante de ese sendero han forjado mi esencia, permitiéndome crecer como ser humano y definiéndome como persona.

Recordar es vivir, y esos recuerdos están tatuados en mi memoria, imbuidos de experiencias que han marcado mi existencia. No puedo evitar evocar aquella noche de sábado en Floridablanca, cuando mi hogar recibió a los señores de Kilcrops. En ese entonces, contaban con una alineación legendaria: la voz inquebrantable de Hoseman Adarme, Jhon de Beltrán en la batería, los hermanos Nicolás y David Bermúdez (Underthreat) en guitarra y bajo respectivamente, el talentoso Carlos Venegas (R.I.P.) en la otra guitarra, y Hugo Jiménez en los teclados. Una formación que estrenaba un EP en formato tape, cuya técnica y furia melódica nos volaron la mente, expandiendo nuestros horizontes musicales. Sin embargo, este relato no es para ensalzar el inmenso legado de Kilcrops—aunque sigue siendo un pilar indiscutible del metal nacional—sino para revivir los orígenes de lo que hoy es mi vida entera.

En aquellos días, Manthra era una alineación sólida y polémica, formada por grandes músicos de la ciudad que decidieron unirse a mi causa cuando todo parecía perdido. Recuerdo al señor Roberto Castañeda en las voces y a César Pérez en la guitarra, ambos provenientes de bandas como Musical Death y Resistencia, con una trayectoria que nos superaba ampliamente a quienes los acompañábamos en ese momento: Juan Carlos Chain en la batería, Karlos Angarita en el bajo, y yo, en la guitarra y coros.

Como adolescentes que éramos entonces, las ganas de tocar, de hacer metal y de sentir el voltaje eran inmensas. Hicimos campañas de expectativa y logramos convocar a un público que compartió con nosotros un show inolvidable. Aunque la mitad de esas canciones ya no existen, temas como Vientos de Guerra y El Final sobrevivieron al tiempo y llegaron a nuestro primer álbum. Incluso, a veces, aún resuenan en algún concierto.

Después de ese debut vinieron cambios brutales, oscuros y necesarios. Cambios en la alineación, en nuestra visión y hasta en el nombre, que evolucionó de Manthra a Dark Manthra. Ese giro le otorgó la fuerza y contundencia extrema que necesitábamos para resistir en el tiempo. También llegaron eventos memorables en escenarios como el Coliseo Peralta y la Concha Acústica, entre muchos otros, conociendo y compartiendo con grandes bandas nacionales y bandas internacionales de las cuales se ha aprendido algo en este camino del metal.

Hoy, seguimos firmes. Avanzamos con paso lento pero seguro, sin afanes, sin esperar nada de nadie, sin competir de manera innecesaria. Conservamos la misma pasión por el metal que nos impulsó a comenzar, pero ahora con más experiencia y convicción de que este es nuestro camino, el cual jamás abandonaremos.

Estoy seguro de que este viaje no habría sido posible solo. Por eso, agradezco y recuerdo a quienes han creído en mi terquedad y me han acompañado en esta travesía. A todos los que aún me preguntan, “¿Todavía sigues con la música?”, mi respuesta es única y contundente: ¡Claro que sí! Esto es mi vida.

Gracias eternas a quienes han compartido la tarima conmigo: exintegrantes que entregaron su talento, tiempo y alma a Dark Manthra, como Juan Carlos Chain, César Pérez, Jorge Rodríguez, César Rojas y muchos otros. Y gracias también a quienes hoy se mantienen firmes a mi lado, como Alejo Olarte y Mervin Quiroga, quienes han trascendido para convertirse en familia.

Mi gratitud también va para aquellos que, detrás de escena, han confiado en nosotros y han compartido momentos inolvidables: Javier Castro, Andrés Umaña, el parche de Cucarachas Alcohólicas, Jhon Gómez Iron Fist, Rubén Torres Diavel Prod., Omar Rueda, Jairo Izquierdo, y muchos más que, desde Bucaramanga, Bogotá, Medellín, Manizales y otras ciudades del país, han apoyado este arduo camino.

Esperamos otros 25 años más de tarimas y producciones. De vivir el metal desde lo más profundo y underground, de la esencia de un simple ensayo a la estridencia de un buen show, eso es parte de nuestras vidas y como dice el dicho, “se vienen cositas.” Grandes o pequeñas, buenas o malas, este siempre será nuestro estilo de vida.

El metal arde en nuestras venas, y viviremos para él por siempre!!!.

Dark Manthra
Alexis Laguado
18 de diciembre de 2024

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